Pasé mis primeros 20 años estudiando en escuelas de ingeniería, pero mi tiempo persiguiendo una maestría en Milán fue uno de los mejores períodos de mi vida estudiantil. Más tarde, me encontré trabajando en la industria de defensa y juegos, pero no estaba en una posición donde pudiera obtener suficiente satisfacción de lo que creaba. De repente me di cuenta - que este sentimiento no desaparecería hasta que cambiara mi carrera a un rol que me permitiera utilizar mejor mi educación, para producir cosas de las que pudiera estar orgulloso. Este fue el momento para reconsiderar mi carrera, porque cuando experimentas este sentimiento: el dinero, la posición, los títulos, etc., se vuelven completamente irrelevantes. En unos pocos días, presenté mi renuncia y empecé a considerar qué vendría a continuación. En ese momento, trabajando estrechamente con el equipo de backend en la empresa de juegos, me ayudaron a darme cuenta de que trabajar en el lado de la infraestructura era exactamente lo que estaba buscando. Estoy muy agradecido a mis amigos que me ayudaron a encontrar el papel que he disfrutado desde el cambio.
Me uní a bunq como desarrollador de backend en la oficina de Estambul, siendo el primero en ocupar tal posición aquí. Por supuesto, muchas preguntas cruzaron mi mente acerca de si podría adaptarme a un cambio de carrera a la edad de 30 años. Sin embargo, justo después de empezar, todas esas preguntas desaparecieron. ¡Me di cuenta de que fue una gran decisión! Tenemos un increíble equipo de backend en bunq, con personas que no solo son expertas en sus campos, sino también grandes personalidades con las que divertirse.
Para resumir mi historia, quiero compartir una cita conmovedora de "Samarkand," de Amin Maalouf: "El tiempo tiene dos caras, Khayyam se dijo a sí mismo. Tiene dos dimensiones, su longitud se mide por el ritmo del sol, pero su profundidad por el ritmo de la pasión." Cada mañana, me siento en mi escritorio y abro mi computadora portátil con la pasión de cambiar el status quo bancario con bunq y mis colegas.
